Real Fooding: La nueva moda nutricional que arrasa en las redes

By Marketing Team

No es un secreto que el contenido alimenticio tiene una gran y creciente presencia en los medios digitales. Sólo basta entrar en Instagram para perderse en el aluvión de publicaciones de comida provenientes de múltiples curadores, que van desde aquellos relacionados con las cenas del fin de semana, hasta los influencers cuyo contenido vistoso y colorido llega a millones de posibles consumidores.

Las redes sociales han hecho posible la creación de un flujo de contenido curado por algoritmos en donde cada usuario tiene acceso a publicaciones personalizadas, casi únicas. Esto significa que cada nuevo contenido, incluido el contenido alimentario, puede adaptarse al consumidor en función de sus interacciones con otras publicaciones: una ventaja para muchos. Sin embargo, esta explosión de información relacionada con los alimentos también está creando un problema en el que los medios digitales están desdibujando las líneas entre lo que es la diseminación de alimentos ultraprocesados y lo que es comida "orgánica" o real.

En Internet, así como en la vida real, es bastante difícil diferenciar entre lo que es falso y lo que es real, y lo mismo a veces nos pasa en el supermercado. Y así es como nació la tendencia de la comida real, o el Realfooding. Un movimiento alimenticio que está tomando por asalto a Instagram, YouTube y Twitter. Muchos son los perfiles que están pregonando sus beneficios, pero son Carlos Ríos y Futurlife21 dos de los influencers más destacados en esta nueva revolución social en España, que aboga por comer alimentos reales en lugar de los ultraprocesados.

Según Carlos Ríos, fundador de la web RealFooding.com y promotor estrella de este fenómeno, los productos naturales y sanos son aquellos que no se procesan o se procesan mínimamente, y en donde la calidad del producto no se ha visto afectada negativamente durante este proceso, ya sea industrial o artesanal. Se trata de consumir productos no procesados, que no contengan altas cantidades de aditivos, como conservantes artificiales, azúcar, sal y otros aditivos. Para este joven nutricionista procedente de Huelva, un producto bien procesado ha sido modificado mínimamente y conserva las propiedades saludables que lo hacen seguro, duradero y apetitoso o conveniente para comer.

Según Ríos, el objetivo del fenómeno es comer sólo "alimentos reales" y no más del 10% de alimentos procesados, con el fin de eliminar por completo los alimentos procesados de la dieta. Las ideas de estos influencers no son para nada alocadas, y es que son cada vez más los estudios que indican la relación entre el sobrepreso, la diabetes y otros tipos de enfermedades cardiovasculares con los alimentos ultraprocesados.

Si esta revolución hacia la alimentación real continúa, lo que Ríos define como "la defensa y divulgación de la comida real, la comida de verdad", hay una posibilidad muy tangible de que todo tipo de compañías de alimentos, ya sean imperios de FMCG (del inglés Fast-moving consumer goods), conglomerados de F&B (Food & Beverages) o minoristas de alimentos, se enfrenten a una caída de sus ingresos a menos que empiecen a restructurar sus modelos de negocio y cambian la forma de hacer sus productos para adaptarse a un cliente cada vez mas concienciado con su salud y binenestar.

Por otro lado, el RealFooding se establece como gran oportunidad para aquellas marcas que quieran ofrecer dentro de su catálogo productos genuinos y saludables. Así ha hecho la compañía americana Dave's Killer Bread que elabora pan fresco, sin harinas refinadas e usando sólo grano entero orgánico con alto contenido de fibra y a través de un proceso de fermentación artesanal. En España la nueva “ley del pan” pretende también crear un marco de calidad para las marcas respecto a la producción de este producto de consumo diario y dar mayor seguridad al comprador al momento de consumo y compra. Otra empresa que ha cambiado su filosofía de marca es Alfez, mientras que la mayoría de las marcas producen hummus que a menudo incluyen conservantes tóxicos como el sorbato de potasio, la marca disponible en Carrefour prepara un hummus biológico utilizando un chorro de ácido cítrico para servir como conservante y aceite de oliva como uno de sus ingredientes principales.

En definitiva, comer alimentos reales significa volver a los alimentos y recetas de toda la vida, aquellas que hacían nuestros abuelos. En este contexto, las marcas tienen que darse cuenta de que, si desean seguir a flote en el futuro, tendrán que empezar a mirar de afuera hacía dentro y adoptar las exigencias y reivindicaciones que el consumidor les hace. El Real Fooding nos permite saber en todo momento lo que se está comiendo, su procedencia y composición. Comer productos frescos y procesados de forma saludable es el valor añadido al simple hábito diario de comer, y uno de los pilares y fundamentos principales de este movimiento social que está lejos de ser una simple moda pasajera.